Aprovechando la comparación con la jungla, se puede decir que los inversionistas antes de arriesgar su dinero, tienen que analizar si están dispuestos a arriesgar con la finalidad de ganar mejores dividendos, o simplemente apostar a lo estable, con lo que se gana cierto margen, pero siendo consciente que mucho no es. Estas dos situaciones ocurren porque en el mercado de inversiones se dan cambios económicos y financieros todo el tiempo, algunas veces el escenario se caracteriza por períodos de tranquilidad y otras veces, la excesiva volatilidad destaca con más fuerza.
Muchos han intentado descubrir cuál es la fórmula ganadora que, a la vez, asegure un nivel de rentabilidad óptimo, un adecuado grado de bursatilidad y la menor volatilidad posible, además de otras condiciones propias del mercado. Esta complejidad finalmente provoca que los inversionistas se apalanquen en herramientas que pongan en la balanza estas características del mercado y ponderen cada una de ellas, para finalmente decidir por alguna. Esta búsqueda tuvo frutos, algunos estudios de modelos de optimización de portafolios muy bien elaborados arrojaron teorías interesantes y fueron dignas de ser reconocidas, a saber.
Definitivamente la teoría moderna de selección de portafolios bajo metodología EWMA (promedio móvil ponderado exponencialmente) para el cálculo de riesgos, concebido por Harry Markowitz en 1952 es el más completo cuando se abarcan estos temas. Inclusive se especula que a partir de la elaboración de esta teoría, el mundo de las inversiones escaló hacia una nueva época, es decir, se marcó un antes y un después. Esta metodología asigna criterios de mayor importancia a los datos más recientes, lo cual permite que el modelo se ajuste mucho más a la realidad y, a su vez, permite lograr un mayor aprovechamiento de la información. El argumento que defiende principalmente la teoría de selección de portafolios es que se puede lograr la optimización de los portafolios mediante la correcta diversificación de cartera, con lo cual se puede alcanzar el mayor rendimiento con el menor riesgo.
La diversificación ayuda a que las inversiones se realicen sobre activos de diferentes sectores, esto es beneficioso porque al no estar relacionados los retornos, se puede reducir el riesgo. Los retornos de la diversificación pueden darse en tres niveles de correlación: (a) cuando hay correlación perfecta y positiva, cuando tanto el riesgo como el rendimiento de dicho portafolio son similares al promedio ponderado de dicho riesgo y al retorno de los activos que la integran, y (b) cuando hay correlación perfecta y negativa, se establecen las condiciones cuando se conforma un portafolio con activos estrechamente relacionados pero en forma negativa, minimizando de esta manera el riesgo de la cartera, (c) retornos incorrelacionados, cuando en los retornos de los activos no existe ninguna relación. Combinar 2 activos de este tipo ayudará a minimizar el riesgo del portafolio.
La teoría de selección sostiene que el grado de inversión que se desee realizar tiene honda vinculación con el grado de aversión al riesgo que se espera enfrentar, y honda vinculación con el grado de utilidades que se desea alcanzar. De aquí se desprende entonces, que los inversionistas pueden ser clasificados según la actitud al riesgo, pudiendo ser: (a) con aversión al riesgo, aquellos que están dispuestos a arriesgar lo mínimo, siendo conscientes que esta decisión generará consecuentemente un mínimo nivel de rentabilidad (b) con propensión al riesgo, son aquellos inversores que en determinadas situaciones donde las ganancias son importantes, elegirán la alternativa con mayor riesgo, y por último (c) con neutralidad al riesgo, son todos aquellos inversores que teniendo múltiples alternativas de inversión con diferentes niveles de riesgo pero que generan la misma rentabilidad, les resulta indiferente la alternativa que pudieran elegir.
Vale destacar que el grado de aversión está directamente ligado con ciertas características del inversionista, como pueden ser su edad, la situación financiera que pudiera presentar en el momento de la inversión o inclusive, la experiencia en el ámbito. Estas características determinarán las condiciones de la inversión. Es necesario resaltar que lo común es invertir con el menor riesgo posible.
Hasta antes de la teoría de selección, los inversores solían trabajar con un solo activo, Markowitz demostró que lo correcto era invertir en varios activos a la vez, y tratarlos como un todo integrado, un portafolio diversificado. La diversificación permite compensar las pérdidas que se pudieran generar en otros activos, con el retorno que se pudiera obtener por la inversión en otros activos y, esta compensación se logra cuando se invierte en varios activos, es decir en varias compañías, de preferencia de diversos sectores y de diversos países. Esto con la finalidad de paliar el riesgo que pudiera surgir inicialmente en una compañía, luego en determinado sector, y posteriormente de riesgos que afecten a diversos países. Para lograr el retorno esperado de un portafolio o cartera, se calcula el promedio ponderado de forma proporcionalmente inversa a los retornos esperados de cada uno de los activos del portafolio.
Se debe recalcar que, no obstante la diversificación de portafolios, el riesgo jamás podrá darse por
descontado, dado que las variables macroeconómicas siempre están sujetas a afectar de manera global y no hay forma de librarse de ellas por completo. Mientras mayor sea el número de activos en un portafolio, habrá un mayor impacto en el riesgo, en promedio la desviación estándar cae más mientras mayor sea la cantidad de activos de un determinado portafolio. La desviación estándar de un activo en promedio está en 21%, para un portafolio de dos activos, la desviación llega a 16%, con tres activos llega hasta 15%, cuando se tiene 470 activos, la desviación llega a 11.6%, de lo cual se deduce que el riesgo jamás se puede evitar. Este riesgo que no se puede evitar es conocido también como riesgo sistémico, el cual es diferente al riesgo no sistémico, que sí permite eludir los riesgos, permitiéndonos invertir en un mercado que no se ha visto afectado.
Para lograr este equilibrio en la diversificación, Markowitz propone lo que llamó la frontera eficiente, que no es otra cosa más que todos los portafolios con las combinaciones de riesgos, los cuales se obtienen de la combinación de activos. Otro aspecto clave es que no existe límite al momento de buscar la diversificación de portafolios, sino que más bien, éstos están supeditados a los criterios que se establezcan con la intención de medir la rentabilidad y el riesgo.
Para medir el riesgo de un activo se utiliza la desviación estándar de los retornos, de esta manera obtenemos el grado de dispersión del activo con respecto al retorno esperado del mismo activo. Esto se mide mediante la varianza o la desviación estándar. La regla es: cuanto mayor sea el grado de dispersión, mayor será el grado de volatilidad o riesgo. Conviene notar que el riesgo de una cartera no se halla calculando el promedio ponderado de cada uno de los riesgos que componen dicha cartera, sino hallando el nivel de riesgo individual de cada uno de los activos que componen la cartera y luego hallando el grado de correlación que se genera entre los retornos esperados que conforman dicha cartera.
Luego de la teoría de Markowitz, surgieron nuevos estudios, unos con la finalidad de extenderla y otros con el propósito de facilitar el cálculo de los parámetros de esta teoría base. Destacan por ejemplo, el teorema de la separación de Tobin, el cual incluye el concepto de activo libre de riesgo, con el cual permitía nuevas puertas a la inversión. De este teorema se deduce que el portafolio óptimo será igual para todos quienes participen en el mercado.
Tenemos también el modelo de valoración de activos CAPM, donde involucraba los conceptos de riesgo sistemático y no sistemático, así como la prima de riesgo. Se debe destacar que el modelo de Markowitz explica que las inversiones se hacen sobre activos riesgosos y, el modelo CAPM lo que hace es incorporar la variable activo libre de riesgo, con una determinada tasa, la cual es fijada por cada país y brinda la rentabilidad ofrecida, por ello su desviación estándar es cero. Tal es el caso de Estados Unidos, cuyos bonos del tesoro con muchos años permiten que el activo sea cero riesgos. La duda que surge en este punto es cuán realista son los supuestos de CAPM, cuyo modelo intenta representar de manera simplificada la relación que existe entre la volatilidad y el retorno esperado. Para hacerlo más real se tendrían que incluir los costos de transacción y los impuestos que se pagan, lo cual complicaría la figura. Además, si la información estuviera disponible para todos los inversionistas, no habría forma de que algunos aventajen a otros.
La explicación se centrará ahora en determinar cómo se elabora un portafolio óptimo. La primera recomendación consiste en recabar dos años de información diaria de precios de los activos que se desean analizar, para luego calcular la rentabilidad de cada activo de manera diaria, seguidamente se debe calcular la rentabilidad promedio de cada activo, con esto lograríamos la matriz de información de rendimientos promedio. Acto seguido se debe construir la matriz de información con los pesos iniciales, donde se combina el número de activos riesgosos y la cantidad de portafolios que se desean construir. Luego de construir las matrices de varianzas y covarianzas según la metodología del promedio móvil ponderado de manera exponencial, se debe calcular el riesgo asociado para cada portafolio de manera independiente, lográndose con esto la construcción de diversos portafolios óptimos.
Para ir concluyendo, la teoría moderna de selección de portafolios permite diseñar alternativas de inversión, en las cuales tenemos la posibilidad de elegir el riesgo que estamos dispuestos a asumir y la rentabilidad esperada. Estos portafolios óptimos se ubican en la frontera eficiente y se obtienen del análisis matemático que se realiza a la rentabilidad de los activos.
Al revisar el desempeño de cada uno de los portafolios de inversión, se entiende que el desempeño logrado por los portafolios sirve como marco de referencia para aquellos inversionistas que aún no conocen lo suficiente del mercado, permitiendo invertir en los activos que gozan de mejor reputación en el mercado. Resaltar también que un portafolio diseñado mediante activos nacionales y extranjeros, antes que puramente nacional, brinda un mejor rendimiento, ofreciendo un menor nivel de riesgo.
Las matrices de varianzas, covarianzas de EWMA le dan mayor valor a la información recientemente obtenida, permitiendo construir estimaciones mucho más certeras, detectando períodos de paz y tranquilidad, así como de alta volatilidad, permitiendo diseñar portafolios más ajustados a la realidad.





