Ads 468x60px

miércoles, 14 de enero de 2015

Presupuesto de Capital y los indicadores del presupuesto

BNtmkNkCQAId0c4Empecémonos preguntándonos ¿cómo elegimos adecuadamente en qué invertir? y ¿En cuánto tiempo podremos recuperar nuestra inversión? Los inversionistas siempre están ante esta disyuntiva, tienen que encontrar maneras de estimar los beneficios y costos de las oportunidades de inversión. Como ya se sabe, el objetivo es maximizar las ganancias de los accionistas. Bajo esta premisa, lo siguiente es evaluar las oportunidades de inversión y elegir la que brindará más beneficios.

La siguiente pregunta sería ¿y con qué herramienta podemos elegir la inversión sin dejar al azar la decisión? Hace algunos siglos probablemente esta pregunta no hubiera tenido respuesta, tal vez se hubieran respaldados por la experiencia de proyectos anteriores, y seguirían apostando por lo mismo hasta que les falle la intuición. Hoy, a estas alturas de la ciencia no podemos tomarnos estos lujos, las decisiones tienen que tomarse basadas en análisis de métodos matemáticos financieros probados. La respuesta es: usemos Presupuestos de capital, los cuales son instrumentos de gestión bastante necesarios en estos tiempos. Contando con estas herramientas podemos elegir inversiones con flujos de efectivo satisfactorios y tasas de retorno ventajosas. Por lo tanto ya no hay excusas: deberíamos estar en condiciones de decidir si una inversión vale la pena llevar a cabo, y además poder elegir de forma inteligente entre dos o más alternativas. Para ello usamos dichos procedimientos que nos permiten evaluar, comparar y seleccionar los proyectos que se presenten. Este procedimiento se llama presupuesto de capital.

Y por qué tanto cuidado al elegir la inversión? Porque el capital es un recurso limitado. Toda empresa tiene recursos limitados que deberían ser asignados hacia las mejores alternativas de inversión. Alguien podría argumentar que una empresa puede emitir una cantidad casi ilimitada de acciones para reunir capital. Sin embargo, sólo servirá para distribuir lo que se posee entre un mayor número de accionistas. En otras palabras, si el número de acciones de una compañía aumenta, la propiedad del accionista individual puede disminuir proporcionalmente. El capital es un recurso limitado para cualquier forma de capital, ya sea deuda o capital (a corto o largo plazo) o utilidades retenidas, cuentas por pagar o documentos por pagar, y así sucesivamente. Incluso las empresas más conocidas en una industria pueden endeudarse hasta un cierto límite. Una vez que se ha llegado a ese punto, se le negará más crédito o tendrá que efectuar el pago de una tasa de interés más alta, las cuales son maneras menos deseables de reunir capital. Frente a las limitadas fuentes de capitales, la gerencia debe decidir cuidadosamente si un determinado proyecto es económicamente aceptable. En el caso de más de un proyecto, la gerencia debe identificar los proyectos que contribuyan más a los beneficios y, en consecuencia, el valor (o la riqueza) de la empresa. Esto, en esencia, es la base del presupuesto de capital.

Tengamos en cuenta que en esta elección también se debe añadir la incertidumbre de los flujos de caja futuros, para lo cual resulta importante saber que el valor presente de todos los flujos de caja futuros se obtienen de sumar el valor presente de todos los flujos de caja tanto de inversiones actuales como futuras. También, para evaluar el valor de una empresa, requerimos evaluar el riesgo de los flujos de caja futuros, ante lo cual surgen los riesgos de venta, que trata de la incertidumbre del mercado en el cual los bienes y servicios son vendidos y, el riesgo operativo, determinado por las fallas en los procesos de comercialización del producto o servicio.

Otro punto importante a la hora de evaluar proyectos de inversión es clasificarlos de acuerdo a diversos criterios como pueden ser la vida útil del proyecto. La vida útil de un bien o proyecto es determinado por el deterioro físico, la obsolescencia o el grado de competencia en el mercado. Otra manera de clasificarlos es por el riesgo que implican, en donde las estimaciones de los flujos de cajas futuros de los proyectos más riesgosos dan más importancia al costo de capital. También podemos clasificarlos por la dependencia que tienen con otros proyectos, entonces al momento de evaluarlos se deben incorporar los flujos de cajas de ambos proyectos, dado que afectan los flujos totales de efectivo de la empresa.

Cuando invertimos en nuevos proyectos, lógicamente esperamos que las estimaciones de los flujos de caja futuros sean mayores que el dinero si éste no se hubiera invertido. Estas estimaciones evaluadas sobre períodos de tiempos específicos y técnicas matemáticas nos permiten calcular la medida del valor y nos brindan criterios para elegir la mejor alternativa de inversión, además de ser viables en los aspectos tecnológicos, económicos y legales. Cabe destacar que siempre está la opción de “no hacer nada”, es decir, finalmente decidir no emprender ningún proyecto. Puede darse el caso en que tengamos que elegir entre proyectos mutuamente excluyentes, en donde las alternativas compiten entre sí y se debe elegir sólo uno, pero también puede ocurrir que los proyectos no sean excluyentes y se decida invertir en varios proyectos a la vez.

En este sentido, lo resumimos en algunos pasos básicos que se deben seguir: Identificar los puntos cualitativos del proyecto: Calidad, Flexibilidad, Conocimiento del proyecto, luego estimar los flujos de caja esperados, evaluar el grado de riesgo y las incertidumbres de los flujos de caja futuros, determinar la tasa de descuento apropiada, encontrar el VP de los flujos esperados. Tomando en cuenta las consideraciones tanto para proyectos independientes como aquellos mutuamente excluyentes, las cuales se pueden analizar mediante los métodos Valor Presente Neto Valor Futuro, Costo Capitalizado, Valor Anual, Tasa interna de retorno, Tasa interna de retorno modificada, Índice de rentabilidad. Luego de descartar las alternativas no viables, y quedarnos con las que sí son viables, el siguiente paso es usar las herramientas que arriba mencionamos para hacer las estimaciones de los flujos de caja.

Iniciemos con la técnica del Valor Presente, la cual explicaremos para dos alternativas:

  • Una de las técnicas es la del Valor Presente de alternativas con vidas iguales, en donde los gastos e ingresos se convierten en dinero equivalente al día de hoy. Para el caso de alternativas mutuamente excluyentes y cuando contemos con una única alternativa, tomaremos la decisión si el VP >=0. Cuando tengamos la opción de comparar entre dos o más alternativas, elegiremos aquella alternativa que nos brinde el VP con el mayor valor numérico. Para el caso de proyectos independientes, se debe elegir aquellos proyectos cuyo VP >= 0 calculado con la TMAR.
  • Para comparar alternativas con períodos de vida diferentes usamos la técnica del Valor Presente con vidas diferentes, el procedimiento es casi igual al anteriormente explicado, la única salvedad que hay que resaltar es que se deben comparar sobre el mismo número de años y deben culminar al mismo tiempo para cumplir el requerimiento de igual servicio, el cual cumple con el enfoque MCM, que compara el VP de las alternativas con el mínimo común múltiplo de vidas estimadas de cada proyecto, por ejemplo si un proyecto tiene un período de vida esperado de 5 años y otro un período de vida de 3 años, se compararán sobre 15 años. El otro enfoque de igual servicio es el período de estudio u horizonte de planeación, donde se compara una cantidad común de años a cada proyecto. Se ignoran todos los flujos de efectivo no incluidos en el período de tiempo.
  • Técnica del Valor Futuro, este análisis de alternativas se aplica especialmente en situaciones que se cuenta con fuertes capitales de inversión y, como siempre, el fin primordial es lograr la máxima ganancia para los accionistas. Para el caso de múltiples alternativas, se debe elegir aquellas que tengan los más altos VF. Si el VF >=0 significa que se colmará con las expectativas de la TMAR.
  • Costo Capitalizado, este análisis de alternativas aplica para proyectos que tienen tiempos de vida muy largos o perpetuos (>=35 años). Este tipo de proyectos se evalúa con el valor presente de los flujos de efectivo, los cuales son de tipo recurrentes y no recurrentes.
  • Valor anual, o Valor Anual Equivalente, este es uno de los métodos más recomendables, dado que es fácil comprender el concepto de pagos anuales o unidades monetarias anuales, como dólares, euros por año, etc. Tanto el Valor Anual, como el Valor Presente, como el Valor Futuro se pueden calcular uno a partir del otro. Asimismo, este método nos permitirá elegir la mejor de dos alternativas comparadas anualmente. Con este método, los ingresos y gastos de un período, tanto irregulares como uniformes, se convierten a una anualidad equivalente de manera uniforme, la cual será la misma en cada período. Si el VA>0 entonces se recomienda aceptar el proyecto.
  • Análisis de la tasa de rendimiento o Tasa interna de retorno, es diferente al Valor Presente o Valor Anual, hay que tener mucha precaución al aplicar la tasa de rendimiento. Si se recibe un préstamo, la tasa de interés se aplica al saldo no pagado, de modo que la cantidad inicial y el interés total se tendrán que cancelar con el último pago. Es decir, hay un saldo no recuperado en cada período. Entonces, la tasa de rendimiento es la tasa que se paga sobre el saldo no pagad del dinero solicitado como préstamo. La tasa de rendimiento se va a mostrar como un porcentaje positivo por cada período. La tasa de rendimiento siempre va a calcularse sobre el saldo no pagado, el cual va a variar en cada período. En la realidad se ha demostrado que la tasa interna de retorno es más popular que el método del Valor presente Neto. Puede deberse a que este método es más sencillo, y sin embargo usa flujos de caja y reconoce el valor del dinero en el tiempo, como lo hace el Valor Presente Neto. En otras palabras, a pesar que el método de la Tasa Interna de Retorno es fácil y entendible, toma el valor del dinero en el tiempo. El problema con este método es que a veces devuelve tasas de retorno irreales. Por ejemplo, digamos que la tasa límite es de 7%, sin embargo la TIR se calcula como el 33%. La pregunta es ¿deberíamos aceptar de inmediato el proyecto debido a que su TIR es del 33%? Por supuesto que no. Una TIR del 33% asume que una empresa tiene la oportunidad de reinvertir los flujos de efectivo futuros. Si la experiencia y la economía indican que el 33% es una tasa poco realista para reinversiones futuras, una TIR del 33% es sospechosa. Así que a menos que la TIR calculada es una tasa razonable para la reinversión de los flujos de efectivo futuros, no se debe utilizar como criterio para aceptar o rechazar un proyecto.

Otro problema con el método de la TIR es que puede devolver diferentes tasas de retorno. Entonces, el método de la TIR, a pesar de su popularidad, hay que usarlo con cuidado.

Índice de rentabilidad, este método compara el valor presente de los flujos futuros de efectivo con la inversión inicial en una base relativa. Por lo tanto, el IR es la relación entre el valor actual de los flujos de efectivo a la inversión inicial del proyecto. Con este método, un proyecto con un índice de rentabilidad >=1 es aceptada, De otro modo será rechazado. Observe que este método está estrechamente relacionada con el enfoque del Valor Presente Neto. Adicionalmente, si el valor presente neto de un proyecto es positivo, el índice de rentabilidad será >1. Y si el valor presente neto es <1, el proyecto tendrá un índice de rentabilidad <1. En otras palabras, si el valor actual de los flujos de efectivo excede la inversión inicial, hay un valor presente neto positivo y un índice de rentabilidad >1, lo que indica que el proyecto es aceptable.