Howard Gardner es un estudioso que posee investigaciones realizadas durante más de doce años acerca de la mente ética. Entre otras cosas, ha estudiado cómo las personas aspiran a realizar un trabajo de alta calidad, con un importante nivel ético y que, a la vez mejore la vida de las personas. En esta investigación, sale a la luz cómo las fuerzas culturales, económicas y tecnológicas repercuten en las labores de las personas.
Es, en este sentido, que Gardner invita a reflexionar en el reforzamiento que se debe realizar para lograr una mentalidad ética, a la vez que explica que existen otras cuatro mentes que son igual de importantes cultivar si el afán es crecer en todos los aspectos: como personas, como comunidad y como especie. Tales mentes son:
a) La mente disciplinada, es aquella que se entrena en el colegio, cumpliendo las tareas y de dicha experiencia resultan expertos en proyectos, contabilidad, etc.,
b) La mente sintetizadora, que posee la capacidad de centrar su atención en los aspectos importantes del tema que se esté tratando, luego se tiene
c) La mente creadora, cuya principal características es crear, innovar, corriendo riesgos,
d) La mente respetuosa, aquella que destaca por su empatía hacia los demás y se centra en establecer sólidas relaciones sociales. Hay que destacar que una mente respetuosa no necesariamente es una mente ética, las personas pueden ser respetuosas de manera automática porque así les educaron sus padres, pero para ser éticos se requiere un procesamiento mental de más calibre, donde se evalúan situaciones de manera rigurosa.
e) La mente ética, inicia su formación en el hogar, con los estímulos que se reciben de los padres, cuando perciben muestras de orgullo, en las muestras de confianza y tolerancia que se desprenden de la interacción con ellos, también influye la valoración que se aprecia en la comunidad, ya sea mediante actividades culturales o diversos beneficios sociales. El desarrollo de la mente ética puede entorpecerse debido al mal ejemplo de otros, con lo cual se siembra la semilla de la tentación, lo cual luego repercute en las organizaciones, creándose por consecuencia mercados amorales, llegándose a pensar que el valor se mide en función a lo que se gana y se gasta. El mayor reto lo enfrentan las personas de negocios, pues están constantemente siendo tentados en escenarios para los cuales nunca se prepararon, lo que hacen mejor es ganar dinero, pero no tienen ni el entrenamiento ni la sabiduría aprendida para evadir estos obstáculos.
Con respecto al ejemplo que dan los líderes en ciertas ocasiones, cuando es mal ejemplo, surge la indecisión de imitar o no el mal comportamiento, estas indecisiones surgen sobre todo en momentos de presión, y para el buen ejemplo, sirven de inspiración y permiten que las empresas crezcan. Cuando las empresas son manejadas por buenos líderes la empresa avanza por el buen sendero y es la manera segura de crecer bajo los mismos objetivos. Los líderes deben estar preparados para afrontar estas pruebas, es aquí donde debe destacar su férrea preparación y su espíritu de líder, pudiendo tomar distancia de la situación y decidiendo de manera sabia, para así tomar las mejores decisiones. Las inoculaciones positivas periódicas permiten que los individuos refuercen estos aspectos, ya sea guiándose por personas que son ejemplos dignos, o también aprendiendo de experiencias exitosamente abordadas por los líderes. Los antivirales permiten rescatar lecciones ejemplares a partir de trabajos deshonestos.
Entre los consultores valiosos que nuca fallan puede estar su madre, imagínese que ella supiera las decisiones que toma, ¿lo aprobaría? Otra forma de medirse a sí mismo es pensar que la decisión tomada será publicada en el periódico. Entonces, los líderes de negocios necesitan asesores dentro de la empresa, asesores fuera de la empresa, puede ser un viejo amigo y, un asesor independiente. Ejemplos de líderes que no tomaron estas recomendaciones existen muchos y les fue mal. Así también existen los antimentores, que se caracterizan por exhibir modelos de conducta negativa, mal trato hacia los empleados es algo que no se analiza con la preocupación que debiera y esto podría estar generando efectos muy contraproducentes. Junto a la experiencia y el crecimiento personal llega la madurez personal, lo cual obliga a vigilar nuestros actos y el de nuestros pares.
e) La mente ética, inicia su formación en el hogar, con los estímulos que se reciben de los padres, cuando perciben muestras de orgullo, en las muestras de confianza y tolerancia que se desprenden de la interacción con ellos, también influye la valoración que se aprecia en la comunidad, ya sea mediante actividades culturales o diversos beneficios sociales. El desarrollo de la mente ética puede entorpecerse debido al mal ejemplo de otros, con lo cual se siembra la semilla de la tentación, lo cual luego repercute en las organizaciones, creándose por consecuencia mercados amorales, llegándose a pensar que el valor se mide en función a lo que se gana y se gasta. El mayor reto lo enfrentan las personas de negocios, pues están constantemente siendo tentados en escenarios para los cuales nunca se prepararon, lo que hacen mejor es ganar dinero, pero no tienen ni el entrenamiento ni la sabiduría aprendida para evadir estos obstáculos.
Con respecto al ejemplo que dan los líderes en ciertas ocasiones, cuando es mal ejemplo, surge la indecisión de imitar o no el mal comportamiento, estas indecisiones surgen sobre todo en momentos de presión, y para el buen ejemplo, sirven de inspiración y permiten que las empresas crezcan. Cuando las empresas son manejadas por buenos líderes la empresa avanza por el buen sendero y es la manera segura de crecer bajo los mismos objetivos. Los líderes deben estar preparados para afrontar estas pruebas, es aquí donde debe destacar su férrea preparación y su espíritu de líder, pudiendo tomar distancia de la situación y decidiendo de manera sabia, para así tomar las mejores decisiones. Las inoculaciones positivas periódicas permiten que los individuos refuercen estos aspectos, ya sea guiándose por personas que son ejemplos dignos, o también aprendiendo de experiencias exitosamente abordadas por los líderes. Los antivirales permiten rescatar lecciones ejemplares a partir de trabajos deshonestos.
Entre los consultores valiosos que nuca fallan puede estar su madre, imagínese que ella supiera las decisiones que toma, ¿lo aprobaría? Otra forma de medirse a sí mismo es pensar que la decisión tomada será publicada en el periódico. Entonces, los líderes de negocios necesitan asesores dentro de la empresa, asesores fuera de la empresa, puede ser un viejo amigo y, un asesor independiente. Ejemplos de líderes que no tomaron estas recomendaciones existen muchos y les fue mal. Así también existen los antimentores, que se caracterizan por exhibir modelos de conducta negativa, mal trato hacia los empleados es algo que no se analiza con la preocupación que debiera y esto podría estar generando efectos muy contraproducentes. Junto a la experiencia y el crecimiento personal llega la madurez personal, lo cual obliga a vigilar nuestros actos y el de nuestros pares.
Moliere, en el siglo XVII dijo que no sólo somos responsables de lo que hacemos, sino también de lo que dejamos de hacer. Esta frase adopta tremenda importancia cuando los líderes son testigos de actos que van contra la ética y moral que practican, ante estas situaciones sólo queda confrontar, creyendo firmemente que es lo correcto, si se advierte que hay reincidencia, entonces es más fácil tomar la decisión de cortar de raíz el problema. Cuando estas situaciones ocurren por el lado de nuestros superiores y no es posible confrontarlos, entonces probablemente se deba cambiar de horizontes. En resumen, si se es testigo de actos deshonestos, existe la obligación de corregir, de levantar la mano, ya sea en la familia, en el trabajo, en la comunidad, en todas partes.


