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domingo, 21 de agosto de 2016

La mente ética

Lamentablemente, los sonados casos de escándalos en Europa, tales como Enron, WorldCom, Parmalat, Hewlett-Packard han dirigido las miradas hacia los altos ejecutivos, desnudando la falta de ética y la poca fe que en ellos se tiene, al punto de creerse que sólo 2% de ellos trabajan con altos estándares éticos y morales. 

Howard Gardner es un estudioso que posee investigaciones realizadas durante más de doce años acerca de la mente ética. Entre otras cosas, ha estudiado cómo las personas aspiran a realizar un trabajo de alta calidad, con un importante nivel ético y que, a la vez mejore la vida de las personas. En esta investigación, sale a la luz cómo las fuerzas culturales, económicas y tecnológicas repercuten en las labores de las personas. 

Es, en este sentido, que Gardner invita a reflexionar en el reforzamiento que se debe realizar para lograr una mentalidad ética, a la vez que explica que existen otras cuatro mentes que son igual de importantes cultivar si el afán es crecer en todos los aspectos: como personas, como comunidad y como especie. Tales mentes son: 

a) La mente disciplinada, es aquella que se entrena en el colegio, cumpliendo las tareas y de dicha experiencia resultan expertos en proyectos, contabilidad, etc.,

b) La mente sintetizadora, que posee la capacidad de centrar su atención en los aspectos importantes del tema que se esté tratando, luego se tiene

c) La mente creadora, cuya principal características es crear, innovar, corriendo riesgos, 

d) La mente respetuosa, aquella que destaca por su empatía hacia los demás y se centra en establecer sólidas relaciones sociales. Hay que destacar que una mente respetuosa no necesariamente es una mente ética, las personas pueden ser respetuosas de manera automática porque así les educaron sus padres, pero para ser éticos se requiere un procesamiento mental de más calibre, donde se evalúan situaciones de manera rigurosa.

e) La mente ética, inicia su formación en el hogar, con los estímulos que se reciben de los padres, cuando perciben muestras de orgullo, en las muestras de confianza y tolerancia que se desprenden de la interacción con ellos, también influye la valoración que se aprecia en la comunidad, ya sea mediante actividades culturales o diversos beneficios sociales. El desarrollo de la mente ética puede entorpecerse debido al mal ejemplo de otros, con lo cual se siembra la semilla de la tentación, lo cual luego repercute en las organizaciones, creándose por consecuencia mercados amorales, llegándose a pensar que el valor se mide en función a lo que se gana y se gasta. El mayor reto lo enfrentan las personas de negocios, pues están constantemente siendo tentados en escenarios para los cuales nunca se prepararon, lo que hacen mejor es ganar dinero, pero no tienen ni el entrenamiento ni la sabiduría aprendida para evadir estos obstáculos.

Con respecto al ejemplo que dan los líderes en ciertas ocasiones, cuando es mal ejemplo, surge la indecisión de imitar o no el mal comportamiento, estas indecisiones surgen sobre todo en momentos de presión, y para el buen ejemplo, sirven de inspiración y permiten que las empresas crezcan. Cuando las empresas son manejadas por buenos líderes la empresa avanza por el buen sendero y es la manera segura de crecer bajo los mismos objetivos. Los líderes deben estar preparados para afrontar estas pruebas, es aquí donde debe destacar su férrea preparación y su espíritu de líder, pudiendo tomar distancia de la situación y decidiendo de manera sabia, para así tomar las mejores decisiones. Las inoculaciones positivas periódicas permiten que los individuos refuercen estos aspectos, ya sea guiándose por personas que son ejemplos dignos, o también aprendiendo de experiencias exitosamente abordadas por los líderes. Los antivirales permiten rescatar lecciones ejemplares a partir de trabajos deshonestos.

Entre los consultores valiosos que nuca fallan puede estar su madre, imagínese que ella supiera las decisiones que toma, ¿lo aprobaría? Otra forma de medirse a sí mismo es pensar que la decisión tomada será publicada en el periódico. Entonces, los líderes de negocios necesitan asesores dentro de la empresa, asesores fuera de la empresa, puede ser un viejo amigo y, un asesor independiente. Ejemplos de líderes que no tomaron estas recomendaciones existen muchos y les fue mal. Así también existen los antimentores, que se caracterizan por exhibir modelos de conducta negativa, mal trato hacia los empleados es algo que no se analiza con la preocupación que debiera y esto podría estar generando efectos muy contraproducentes. Junto a la experiencia y el crecimiento personal llega la madurez personal, lo cual obliga a vigilar nuestros actos y el de nuestros pares. 

Moliere, en el siglo XVII dijo que no sólo somos responsables de lo que hacemos, sino también de lo que dejamos de hacer. Esta frase adopta tremenda importancia cuando los líderes son testigos de actos que van contra la ética y moral que practican, ante estas situaciones sólo queda confrontar, creyendo firmemente que es lo correcto, si se advierte que hay reincidencia, entonces es más fácil tomar la decisión de cortar de raíz el problema. Cuando estas situaciones ocurren por el lado de nuestros superiores y no es posible confrontarlos, entonces probablemente se deba cambiar de horizontes. En resumen, si se es testigo de actos deshonestos, existe la obligación de corregir, de levantar la mano, ya sea en la familia, en el trabajo, en la comunidad, en todas partes.

viernes, 5 de agosto de 2016

Margaret Thatcher

Margaret Thatcher, quien luego fuera catalogada como la dama de hierro, desde niña gozó del privilegio de poseer una formación de primer nivel, inalcanzable para la realidad de su bajo estatus social. Sin embargo lo consiguió gracias a su padre, quien a base de ingenio conseguía estas oportunidades.
El padre, quien todo el tiempo se erigió como su inspiración política plasmó en ella sus anhelos y ambiciones socio políticas, le inspiró un carácter estricto y, fruto de sus continuas visitas al foro de gobernadores, consiguió que Margaret, adquiriera una capacidad de elocución magistral, forzándola inicialmente a participar en debates, obligada a preguntar siempre, con la consigna de imponerse a los demás y pulir el talento que ya empezaba a destacar en ella con la fuerza que no lograba en otras artes.

Margaret Thatcher había desarrollado, junto a la firme convicción de mantener a capa y espada lo que sostenía, una fuerte personalidad, la misma que le permitía salir victoriosa de los debates en los que alegremente se enfrascaba, fruto de la seguridad de poseer las suficientes armas para humillar a sus contrincantes.

Más adelante, para ganar las elecciones al parlamento, Margaret echó mano a la estrategia de ganarse a los ciudadanos mediante la conversación directa gracias a la personalidad encantadora que destilaba, cuando quería, logrando que los ciudadanos se convenzan que ella era la más indicada para ocupar un escaño, producto de sus propuestas y del conocimiento que demostraba de los problemas sociales que aquejaban y requerían de soluciones urgentes. 

Una vez que Margaret acarició el poder en el parlamento, no se durmió en sus laureles, por el contrario, empezó de manera obsesiva a reforzar su conocimiento respecto a las legislaciones fiscales. Este desafío le valió años investigando acerca de las leyes junto a los vacíos que existían y podían mejorarse. Gracias a su empeño, tal fue la destreza adquirida, que en los discursos apabullaba sin misericordia a quien se le ponía enfrente gracias al manejo del discurso adornado de cifras, datos históricos y contrastes que efectuaba contra otras realidades; en suma, exposiciones muy bien documentadas. 

Para hacer sentir la preocupación de frenar el derroche de dinero, de manera audaz e inteligente, se apoyaba de frases enérgicas que sonaban hondo en los ciudadanos, tales como:
Estamos tras los cientos y miles, pero tendemos a dejar pasar los millones.

Para esta etapa de su carrera que ya fu ministra, ya Margaret era una política mucho más madura, en el parlamento aprendió a emitir sus opiniones con mucho cuidado, y aquí intentaba mantener esa línea, teniendo en cuenta de no caer en la rebeldía que le caracterizó sus primeros años. Asimismo, la primera ministra era una mujer que poseía los galones de la experiencia obtenida en su paso por diferentes ministerios, lo que la convirtió en una estratega, con lo cual, cada paso dado debía ser planificado. Aprendió a ser flexible con sus decisiones, a saber escuchar, y se alió de las personas adecuadas, bajo las cuales descansaban sus decisiones.

Finalmente, Margaret Thatcher perdió su poder porque no brindó una solución ágil y temprana a la serie de problemas que estaban aquejando a su país, tales como las agitaciones sociales, el alto incremento del desempleo, las políticas inflexibles y su implacable determinación por mantener posiciones tozudas y empecinadas que muchas veces le jugaron en contra de su imagen e intereses. Por otro lado, acentuó las diferencias entre ricos y pobres, puso férrea oposición a la integración europea, su enfrentamiento contra sus partidarios fueron fuertes detonantes para debilitar la ya alicaída posición de la dama de hierro.

Finalmente, cayó a causa de su propio partido, no debido al pueblo, pues se consideró que ella ocasionaba el fracaso del partido conservador. Fue removida del cargo de primer ministro y se le quitó el mando del partido conservador.