Durante años, la respuesta era clara: los sistemas críticos —como el core financiero, el BPM de originación o los motores de decisión— se implementaban en on-premise, dentro del data center de la propia entidad.
Control total, cercanía física, “sensación” de seguridad.
Pero el panorama cambió. Hoy, existen bancos 100% digitales y fintechs que operan casi por completo sobre plataformas cloud y SaaS: core bancario como servicio, motores de decisión en la nube, BPM como plataforma gestionada, análisis de datos en servicios cloud. Para ellos, levantar y operar una infraestructura física propia sería casi un anacronismo.
Entonces, la pregunta inevitable es:
¿En esta era es conveniente seguir implementando sistemas on-premise, o es mejor adoptar soluciones en la nube y modalidad SaaS?
La respuesta, en la práctica, suele estar en el medio: arquitecturas híbridas.
1. El mundo on-premise: control total… a un costo
El enfoque on-premise fue, y aún es, el estándar tradicional en el sector financiero. Servidores físicos, appliances especializados (como data warehouses dedicados), motores de reglas y BPM instalados en infraestructura propia.
Ventajas del on-premise
-
Control absoluto de la infraestructura: hardware, red, seguridad física.
-
Sensación de mayor seguridad al tener los datos “dentro de casa”.
-
Personalización profunda de algunos sistemas (por ejemplo, core y BPM altamente adaptados al negocio).
-
Ajuste fino al contexto regulatorio local, especialmente si el regulador es conservador.
Desventajas cada vez más evidentes
-
Altos costos de inversión (CAPEX): compra de servidores, licencias, appliances u otros.
-
Escalabilidad limitada: crecer implica comprar más hardware, más espacio, más energía.
-
Dependencia fuerte del data center: caídas de infraestructura que impactan sistemas críticos.
-
Dificultad para innovar rápido y probar nuevas tecnologías (por ejemplo, cambiar un motor de decisiones tradicional por algo más ágil como un SaaS moderno).
En resumen, on-premise dio estabilidad durante años, pero en muchos casos se está volviendo un freno para la agilidad y escalabilidad que exige el mercado actual.
2. La propuesta cloud y SaaS: velocidad, escalabilidad y foco en el negocio
Las arquitecturas cloud y los modelos SaaS cambiaron el juego.
Ya no es necesario comprar y montar un appliance para cada necesidad; ahora puedes consumir:
-
Un core financiero como servicio.
-
Un BPM como plataforma administrada.
-
Un motor de decisiones SaaS (por ejemplo, cambiar un motor on-premise tradicional por un motor SaaS).
-
Capacidades de cómputo y almacenamiento a demanda (sustituyendo appliances analíticos por servicios en la nube).
Ventajas de cloud / SaaS
-
Escalabilidad casi inmediata: subir o bajar recursos según demanda.
-
Velocidad de implementación: reducir meses de instalación a semanas o días en algunos casos.
-
Modelo de costo más flexible (OPEX): pagas por uso, no por grandes inversiones iniciales.
-
Actualizaciones y mantenimiento gestionados por el proveedor: la plataforma evoluciona sin que tu equipo tenga que hacer todo el trabajo de infraestructura.
-
Acceso a tecnologías modernas: analítica avanzada, machine learning, motores de decisión ágiles, integraciones estándar vía APIs.
No es casualidad que muchos bancos digitales y fintechs hayan nacido directamente en la nube. Su propuesta de valor se basa en:
-
Onboarding digital sin fricción.
-
Procesos 100% electrónicos sobre BPM y motores de decisión cloud.
-
Un core que puede ser SaaS o altamente desacoplado y basado en microservicios.
Para ellos, la nube no es un “complemento”; es la base de su arquitectura.
3. El rol del híbrido: donde muchas instituciones están hoy (o deberían estar)
Para instituciones financieras ya establecidas, con años de inversión en sistemas on-premise, la solución rara vez es un “apagón” y migración total inmediata.
Ahí es donde entra el concepto de arquitectura híbrida.
¿Qué significa realmente híbrido?
-
Mantener ciertos sistemas on-premise (por ejemplo, parte del core o archivos maestros muy sensibles).
-
Migrar componentes específicos a la nube o SaaS donde tenga sentido:
-
Motor de decisiones (ej. pasar de ODM on-premise a un SaaS especializado).
-
Analítica y data warehouse (reemplazar appliances como Netezza por plataformas analíticas cloud).
-
Procesos de negocio donde se requiere alta disponibilidad y elasticidad (como un BPM moderno).
-
La idea es no forzar todo a un solo modelo, sino usar cada tecnología donde aporta más valor.
4. Cumplimiento regulatorio, seguridad y residencia de datos
En el sector financiero, no se puede hablar de cloud sin mencionar:
-
Cumplimiento regulatorio
Los reguladores financieros suelen exigir:-
Controles claros de seguridad.
-
Políticas de continuidad de negocio.
-
Auditoría de accesos y operaciones.
-
Acuerdos específicos con proveedores cloud.
-
-
Residencia de datos
En algunos países, cierta información debe permanecer en el territorio nacional o en infraestructuras aprobadas. Esto obliga a:-
Ver dónde están físicamente los data centers del proveedor.
-
Entender qué datos se pueden alojar fuera y cuáles no.
-
-
Ciberseguridad
Adoptar cloud no significa relajar la seguridad; al contrario:-
Gestión de identidades y accesos muy estricta.
-
Cifrado de datos en tránsito y en reposo.
-
Monitoreo y respuesta a incidentes.
-
Por eso, la decisión no es solo técnica, sino también de riesgo operacional y regulatorio.
Muchas entidades optan por empezar con componentes menos sensibles en la nube (analítica, motores de reglas, BPM de ciertos procesos) y luego avanzar hacia cargas más críticas.
5. Ejemplos de bancos digitales y qué nos enseñan
Los neobancos y bancos 100% digitales han demostrado que es posible operar casi todo su stack en la nube:
-
Core bancario montado sobre plataformas SaaS o sobre infraestructura cloud nativa.
-
Procesos de onboarding orquestados con BPM en la nube, integrados con motores de decisión, biometría, validaciones externas.
-
Módulos antifraude, scoring, originación y análisis de comportamiento apoyados en servicios de analítica y machine learning en cloud.
¿Qué nos enseñan estos casos?
-
Que es posible construir modelos de negocio robustos sin un data center propio.
-
Que la nube habilita lanzamientos rápidos de productos, iteración constante y escalabilidad global.
-
Que la clave está en el diseño de la arquitectura, la gestión del riesgo y el cumplimiento, no en “dónde está el fierro”.
Para una financiera tradicional, no se trata necesariamente de imitarlos al 100%, sino de aprender de su agilidad y ver qué componentes del stack actual se beneficiarían más de un enfoque cloud o SaaS.
6. ¿Qué conviene hoy? Algunas ideas prácticas
En vez de responder con un “todo on-premise” o “todo cloud”, tiene más sentido hacerse preguntas como:
-
¿Qué sistemas están causando más dolor operativo?
-
Por ejemplo, una plataforma que “se cae constantemente” podría ser un candidato natural a:
-
Modernización en arquitectura cloud-native, o
-
Reemplazo por una plataforma SaaS con mejor SLA.
-
-
-
¿Qué componentes requieren más agilidad y experimentación?
-
Motores de decisión (como cambiar un motor clásico por una plataforma SaaS más flexible).
-
Módulos analíticos y de reporting que hoy dependen de appliances limitados.
-
-
¿Qué procesos son más críticos en términos de regulación y confidencialidad extrema?
-
Esos tal vez se mantengan on-premise al inicio, o se migren a modelos cloud con controles muy estrictos, según la regulación local.
-
-
¿Tenemos una hoja de ruta para modernizar el data warehouse y el ecosistema de datos?
-
Reemplazar appliances analíticos por plataformas cloud puede liberar mucho potencial para analítica y gestión de riesgos.
-
7. Conclusión: ni dogma on-premise, ni fe ciega en la nube
En esta era, la pregunta ya no es “¿on-premise o cloud?”, sino:
¿Qué combinación de on-premise, cloud y SaaS genera más valor, menos riesgo y más agilidad para mi organización?
En resumen:
-
On-premise sigue teniendo sentido en ciertos escenarios:
sistemas muy regulados, cargas extremadamente sensibles, contextos donde la infraestructura propia ya está madura y optimizada. -
Cloud y SaaS son claves para:
-
Ganar velocidad e innovación.
-
Escalar sin dolor.
-
Probar nuevas plataformas (como motores de decisión modernos, analítica avanzada, BPM en la nube) sin inversiones gigantes.
-
-
La mayoría de instituciones financieras se están moviendo hacia modelos híbridos, donde:
-
Algunos sistemas críticos siguen on-premise (al menos por un tiempo).
-
Otros—como BPM, analítica, motores de decisión, ciertos módulos del core—migran progresivamente a la nube.
-
La decisión final no debería basarse en modas tecnológicas, sino en una combinación de:
-
Estrategia de negocio
-
Gestión de riesgos
-
Regulación
-
Capacidad del equipo
-
Y, sobre todo, en la respuesta a esta pregunta:
¿Esta arquitectura nos ayuda a servir mejor al cliente y tomar mejores decisiones?

